Lomas y muelas completamente pedregosas y desarboladas, roídas por el ganado desde siglos. Tórridas, expuestas al sol sin clemencia en verano. Frías, extremadamente gélidas, en los cortos días de los intensos hielos del invierno.
Un lugar hostil cuando paseas sin prisa, sin carga, arropado y calzado. Es el desierto donde encuentras la soledad.
Es díficil asumir sobrevivir aquí durante varias semanas del mes de Enero, azotado por el cierzo, sin ropa que nos abrigue ni calzado que proteja nuestros pies, con carencias de alimento y enmedio de los combates más cruentos de los episodios de la batalla de Teruel.
La primavera es fugaz. Acabado el frío, aprovechando los efímeros chubascos de abril, 
las aliagas, erizones, tomillos y espliegos florecen. Los rebaños de ovejas esos días están acompañados de los enjambres de abejas que revolotean en busca del néctar.
Las cebadas verdean y pocas semanas después son invadidas por amapolas que salpican las alfombras verdes de rojos intensos
Estos suelos desde el invierno de 1937 contienen las huellas de la guerra: latas de alimentos, balas de fusil, metralla. En los meses de Enero y Febrero de 1938 se desencadenaron, durante la guerra civil española, tremendos enfrentamientos.
Ninguna causa justifica segar la vida de miles de personas. En unas horas fulminó los sueños de familias. En la mayoría de los casos no recuperaron los restos del soldado, que quedaron desechos entres estas piedras, enrrunados por las áridas y esteriles arcillas y yesos.
Explosionaron miles de toneladas de bombas lanzadas por la artillería y la aviación. Desde entonces el sonido de los lamentos y el dolor acompañan al silencio de estos parajes.
Fueron miles de muertos. Muchos más los heridos y enfermos que arrastraron 
incapacidades el resto de su vida. Así lo cita David Alegre Lorenz en La Batalla de Teruel.
Hubo victoria y derrota. Perdieron las víctimas. Una generación de jóvenes que desaparecieron de un país al que esperaba 40 años de dictadura: represión, silencio y miedo. También murieron hombres llegados desde diversos lugares del mundo para vencer al fascismo que unos meses después destrozaría Europa.
LA HITA 
Hay que recordar al escritor del artículo, que la guerra a Teruel, la trajo la maldita republica… Teruel no era ningún objetivo ni tenía ningún valor… Pero se les ocurrió atacar Teruel para evitar la caída de Madrid, y con ello el fin de la guerra.
No hicieron con esto más que destruir Teruel , sacrificar miles de vidas inútilmente.. alargar la guerra y conseguir más penurias en ambos bandos. Teruel lo destruyó el comunismo.
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La guerra destruyó esta ciudad, no solamente físicamente, también desde el punto de vista social. Hemos de trabajar por no repetir situaciones de intolerancia que pueda llevarnos de nuevo a esa situación. La actitud de ciertos sectores de la sociedad española muestran un claro desconocimiento de nuestra historia y del presente que vivimos,virando hacía aptitudes egoístas alejadas del sentido común y el bien de la comunidad. El nivel que en los últimos tiempos nos muestra la clase política española, salvo excepciones, dejan mucho que desear para quien asume la responsabilidad de representarnos al pueblo en el Parlamento y pensar en el bien común.
La responsabilidad de la guerra civil fue de los insurgentes que se sublevaron contra un gobierno. Generaron un vacío de poder que alentó revoluciones.
Hoy podemos acceder a fiel información fruto del trabajo de excelentes historiadores. Le recomiendo la lectura de los ensayos del profesor Julian Casanova: http://www.juliancasanova.es/
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La sublevación del 18 de Julio, fue causada por la incompetencia de un gobierno compuesto por socialistas y comunistas que no eran capaces de controlar un pais que se desangraba en disturbios, asesinatos, quema de iglesias, conventos etc etc.
Fue el gobierno del pais el que distribuyo armas al pueblo, asi como la comunista Dolores, la que amenazo de muerte en el congreso a Calvo Sotelo.
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Su comentario no sé si pretende tergiversar la historia con fines propagandísticos, lo que es rechazable. O su desconocimiento le lleva a esta opinión errónea. Si se trata de lo segundo me permito recomendarle la lectura de un buen libro de historia. Conocerá que el 18 de julio de 1936 gobernaba la izquierda republicana moderada, que controlaba con los aparatos del gobierno los conatos de violencia del país, que no fueron tn graves como los desencadenados tras el golpe de estado de los militares sublevados y rebeldes, lo que origino un vacío de poder y un germen de violencia -en ambos bandos-, que precisamente por la debilidad ocasionada al gobierno, este tuvo problemas para controlar. El desenlace de la guerra fue motivo de que a lo largo de los meses se incorporaran en el gobierno de la Republica: socialistas, comunistas y anarquistas.
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