
El éxodo rural en la búsqueda de la felicidad vació durante décadas los campos en donde hoy nos reencontramos con las sensaciones de todo lo que dejamos en el pueblo.
Las que alimentan a los habitantes de un pequeño pueblo de la paramera norte de la Sierra de Albarracín en Teruel, para unirse al grito de dolor de la pequeña alondra ricotí en la reivindicación de la conservación de un paisaje de dolinas kársticas tapizado con extensos chaparrales, en un horizonte extenso y limpio que invita al encuentro espiritual con el Planeta.
La instalación de aerogenadores en el páramo de Pozondón destruye este frágil ecosistema y arrancan las raíces profundas de quienes lo habitan.
Pretender ubicar un campo de aerogeneradores supone romper la armonía con estructuras verticales de más de un centenar de metros de altura, en la que se sostienen grandes aspas rotando que ponen en peligro la vida de quienes se aventuren a atravesar ese muro. Una mirada desde el vuelo de la avutarda atravesando el lugar nos muestra la huella de círculos que imprimen las dolinas y los rosetones de la sabina rastrera en su superficie. El futuro prevé que se rompa con el trazo de una retícula conformada por las líneas rectas de las carreteras necesarias para comunicar los molinos de viento, transportarlos y tras su instalación llevar a cabo su mantenimiento.
El canto del rocín que durante años burlaba y entretenía a los pastores mientras guardaban las ovejas y las cabras en la soledad del monte, hoy es un grito de auxilio y de dolor, como lo son las voces de los habitantes de Pozondón revindicando su identidad vinculada a un paisaje duro y extremo en donde el agua se infiltra en la tierra disolviendo las rocas. Pozos como los que durante años han excavado las gentes para llegar hasta ella con la finalidad de aliviar la sed y regar los huertos.
Es la avaricia la que alimenta la necesidad de sacrificar estos espacios en pro de un modelo de desarrollo y un modo de vida que nos arrastra a un bucle sin salida que retroalimenta la insolidaridad y el camino hacia ninguna parte.
