
Cuando ha llegado el mundo que va a venir, es más necesario que nunca tejer en la alambrada para no olvidar la historia en la que la sinrazón nos llevo a la barbarie.
Construir la red que una la voluntad de no abandonar los principios de libertad, igualdad, tolerancia, fraternidad, solidaridad…. cuando regresan los demonios alimentados por el nacionalismo llevado al límite.
