
Bajo una piedra
la cardelina guardó una pipa.
En primavera la plantó
y fue creciendo un girasol.
Cada mañana iba girando en torno al sol.
Cuando en otoño fructificó
la cardelina en la cofia se posó
«chip, chip», «colio», «culí», «cualí»
y con su largo pico
de pipas se alimentó.
