
Una sirena se ha visto en las calas de Cabrera.
En las aguas del Atlántico, Cabo Blanco
de la costa Mauritana,
le contaron de pequeña,
que su familia partió de la Isla de Cabrera
junto al Mar Mediterráneo,
de aguas azules y claras.
Huyeron de pescadores, que temían por los peces.
Regresó sa vell marí a la Isla de Cabrera
en busca de su pasado,
a recuperar su casa, sus recuerdos, los amigos.
Sas gens de Mallorca
se alegran verla de nuevo.
Ahora es una Reserva que la espera ilusionada
para que nade de nuevo junto a delfines y peces.
Y que se tumbe en la playa,
donde sargantanas negras se acercarán encantadas
