
Aquel verano hacía tanta calor,
taaanta caloooor,
que la oruga de la mariposa arlequin
se escondió dentro del fruto de la aristoloquia.
La aritoloquía tiene unas hojas con forma de corazón,
y la mariposa sólo pone un huevo en cada planta.
La oruga que vivía sola
se introdujo por un agujero en el fruto,
que era una bolita redonda.
Pero había otro insecto que había tenido la misma idea,
su planta no tenia fruto
y se trasladó a la vecina.
Había encontrado un amigo.
Decidieron compartir el refugio
aquel verano de taaaanto caloooor.
Salían por las noches para alimentarse comiendo la hoja.
Al acercarse el otoño
cada uno se envolvió con hilos de seda
y colgados de un tallo permanecieron tooodo el invierno.
Dentro se transformaron
y al llegar la primavera
fueron extendiendo sus alas.
Se habían
convertido en bellas papallonas
de intensos colores.
Volaron y volaron.
