
Ayer tras un largo viaje llegamos a Mestia. El viaje nos puso en contacto con un país diferente al mundo normativo de donde procedemos. Poco a poco nos fuimos acostumbrando a la tensión de la conducción por una carretera donde continuamente se cruzan vacas, caballos o cerdos, en la que la línea continúa sólo parece indicar el carril, porque son frecuentes los adelantamientos al limite, incluso sin un tercer carril este es habilitado por los tres conductores para no chocar.
Casas aisladas en torno a la carretera. Ciudades que parecen despertar de un letargo en el que observamos bloques residenciales de la época soviética y algunos grandes monumentos que la ensalzan. También la veneración a la lucha libre, en la que los georgianos en esos años dominaban las olimpiadas y los campeonatos del mundo: son frecuentes los gimnasios con grandes relieves que nos indican esta disciplina.
Poco a poco nos fuimos relajando de la tensión y aprovechamos para repasar los datos de la geografía y la historia de este país, que a a lo largo de estos meses hemos ido recopilando.
[Georgia se localiza al pie de la Cordillera del Cáucaso, en la intersección de Europa del Este y Asia Occidental. Se sitúa entre los mares Negro y Caspio. Una región montañosa rica en recursos naturales. El país es el resultado de una historia que ha recibido influencia de los grandes imperios que han dominado la región, desde los Griegos y los Romanos.
Svaneti, poblada desde antiguo por gentes de fama de indómitos e ingobernables nuca pudo ser conquistada por árabes, mongoles, persas ni otomanos. De esta forma los valles de esta región se convirtieron desde antiguo en depositarios de las esencias genuinas del ama georgiana y en los peores momentos de su historia fue lugar donde encontraron refugio los iconos sagrados de su religión.
Este caracter de resistencia tenaz tiene su claro reflejo en las impresionantes torres defensivas que pueblan la región y sirvieron para proteger el grano, los animales y las familias de las incursiones de sus enemigos y también las rivalidades y las venganzas entre los clanes familiares vecinos.
La geografia de Georgia la caracteriza la gran Cordillera entre Asia y Europa: ¿frontera de continentes o Cordillera de Euroasiá?. Se extiende por países como: Armenia, Arcebaiyan, Georgia, Rusia, Norte de Iran y Noreste de Turquia. Osetia del norte es región rusa y Osetia del sur aunque georgiana, al igual que Abjasia mantienen un pulso con el gobierno por su voluntad por adscribirse a la Federación Rusa.
La Cordillera se divide en dos secciónes: El Gran Cáucaso y el pequeño Cáucaso. Separados por un valle por donde discurre el rio Kura, que desemboca en el Mas Caspio.
El Gran Cáucaso se eleva en alturas superiores a los 5000 metros como los montes: Elbrus (5.642 m.) en territorio ruso, las diferentes puntas de Shajara( 5.200 m.) o el Mojte Bazarduzo (4.446 m).
El pequeño Cáucaso es de menor altitud pero con montañas muy escarpadas. Atraviésales Georgia, Armenia y Arcebaiyan. La mayor altitud la encontramos en el monte Aragats (4.090 m)
La depresión del Caspio es la región más baja del mundo. Alberga humedales estepa y lagunas salina. Hacia el Mar Negro se extiende la llanura de Koljida, una depresión tectónica que se extiende desde el centro-oeste de Georgia hacia la costa del mar, de gran importancia agrícola con cultivos de cítricos, té y maíz y una gran biodiversidad e históricamente fue parte de la antigua Cólquide.
Distinguimos grandes ríos como el ya citado Kura, el río Aras de 1.072 metros de longitud que traza frontera entre Armenia, Turquia e Iran, así como entre Iran y Arcebaiyan, una frontera natural que históricamente dividió la etnia Azeri en ambos lados del río. Las guerras ruso-persas del siglo XIX consolidaron la separación y es el momento en que Rusia toma el control del Cáucaso.
La geografía influye en las dinámicas regionales. La barrera natural que representan las montañas contribuyen a la división cultura, lingüística y étnica de los pueblos caucásicos, una región muy diversa con mucha tensión política y disputa de fronteras.
Georgia es un territorio de gran riqueza cultural, famosas son sus múltiples iglesias ortodoxas y famoso es su tradición vinícola milenaria.
Durante la Edad Media emergió como reino poderoso junto a Armenia. Florecieron culturalmente y se opusieron con vehemencia a las invasiones nómadas y de potencias extranjeras: Arabes, Turcos, Safávidas y Mongoles.
La historia del Cáucaso es un crisol de civilizaciones y un campo de batalla por el poder y la identidad.
Los Iberos son los pueblos antecesores de los Georgianos modernos. Ocuparon el Cáucaso oriental y fundaron el Reino de Iberia (Xartli). Establecieron vínculos con el Imperio Romano y marca un hito en la historia cultural de la región al adoptar el cristianísmo como religión oficial en el siglo IV, que conforma la identidad georgiana.
Los Colquis , localizados en la región occidental representan al antiguo pueblo cuya historia esta intrínsecamente ligado a la costa del Mar Negro.
Estos y otros pueblos albergan una gran diversidad de tribus y comunidades: Suatenianos, Amigues, Abjasios, Osetios. Pueblos que desarrollan ricas tradiciones, sistemas de escrituras únicas y distintas formas de gobierno, lo que contribuye a la complejidad del tejido cultural de la región.
El Reino de Georgia en la Edad Media vive un momento glorioso con la dinastía Bagratone: «David el constructor y la Reina Tamar unifican el Reino y expanden las fronteras».
En el siglo XV el Cáucaso se vio inmenso en las rivalidades entre los nacientes imperios Otomano y Safávidas, lo que implica una etapa de conflicto y dominación foránea.
Durante la Edad Moderna, la competencia territorial entre Rusia, Persia y el Imperio Otomano, hizo del Cáucaso un foco constante de conflictos y tensiones.
El dominio ruso se afianza en el siglo XIX. Se desencadena un proceso de rusificación con resistencia de pueblos caucásicos como: Chechenos y Circadianos.
Durante las primeras décadas del siglo XX es el escenario de desintegración del Imperio Ruso de los Zares y la formación de las Repúblicas Soviéticas del Cáucaso.

La Unión Soviética mantiene su hegemonía hasta que se disuelve el año 1991. Este hecho propicia la independencia de: Armenia, Arcebaiyan y Georgia. Se originan conflictos étnicos y territoriales en Nagoro-Karabaj entre Armenia y Arcebaiyan.
Saltamos al siglo XXI, año 2003, para citar un punto de inflexión en Georgia. «Las revoluciones de las rosas», con reformas democráticas y acercamiento a los países occidentales, mirando hacia la Unión Europa. Fue un cambio de poder no violento, que llevó a la renuncia del presidente Eduard Shevardnadze. La revolución se desencadenó por protestas masivas tras unas polémicas elecciones parlamentarias. El nombre «Revolución de las Rosas» proviene de la irrupción de manifestantes con rosas en la mano en una sesión del parlamento el 21 de noviembre, liderados por Mijeíl Saakashvili. Las protestas, que duraron del 3 al 23 de noviembre, desencadenaron nuevas elecciones y la victoria del Movimiento Nacional Unido, llevando a Georgia a una política exterior prooccidental y priorizando la integración europea y euroatlántica, lo que generó tensiones con Rusia.
La política actual de Georgia se caracteriza por tensiones internas y externas, con un gobierno liderado por el partido Sueño Georgiano enfrentando protestas y críticas por retrocesos democráticos y acusaciones de influencias rusas.La presidenta, Salomé Zurabishvili, se ha convertido en un símbolo de resistencia contra estas tendencias, mientras que la oposición y la sociedad civil denuncian la erosión de la democracia y la falta de transparencia. En resumen, la política georgiana actual se caracteriza por una profunda crisis interna, con un gobierno enfrentando críticas por retrocesos democráticos y acusaciones de influencias rusas, mientras la oposición y la sociedad civil luchan por mantener las aspiraciones europeas del país.
El Suan es una lengua Karveliana con unas características gramaticales y fonéticas únicas: presencia de consonántes, sistema de armonía vocálica, rica morfología y estructura gramatical compleja. En el país conserva otras lenguas cono: sano, mingreliano o el laz.
La gastronomia georgiana es rica en sabores, colores y texturas, reflejo de la diversidad cultura y geográfica del país. Con un amplitud de platos a base de vegetales frescos e hierbas aromáticas.
Pkhlii (ensalada): espinacas remolacha, berenjena mezclada con nueces, especies e hierbas.
Lobio.- un guiso de frijoles.
Badrijani:- Merengue relleno con nueves y especies.
Carnes: Mtsuadi/Shashlik, una carne asada; o Chakapuli, que es un guiso de cordero con hierbas frescas y vino blanco.
Lacteos: Khchapuri, un pan relleno de queso derretido y huevo; o el Watsoni, un yogur utilizado en salsas y aderezos.
La Abjika, una pasta picante hecha de pimiento, ajo y especies, se utiliza como adición a muchos platos.
Y no falta los Postres: Churchkela, nueces cubiertas de jarabe de uva; Gozinaki, caramelo de nueces; o Pelamuschi, un postre a base de uvas]
Comenzamos nuestro viaje con la voluntad de transitar con la mayor lentitud posible para conocer o al menos preguntarse por el futuro.


En su ensayo La venganza de la geografía, el geopolítico Robert D. Kaplan nos dice: Las montañas son una fuerza que ayuda a preservar y que a menudo protegen culturas indigenas en sus desfiladeros de las feroces ideologías modernizadoras, que con tanta frecuencia han actuado como plagas en las llanuras… también han servido de refugio a guerrillas, narcotráficos.
Y una cita de ese mismo libro de James C. Scott, antropólogo de la Universidad de Yale dice: los pueblos de las montañas se entienden mejor como comunidades fugitivas, de esclavos prófugos, que a lo largo de dos mil años, han huido de la opresión ejercida por los proyectos de creación de Estados en los valles.
Por último antes de iniciar nuestro trekking releemos una cita de Alexandr Solzhenitsyu, en el inicio de su extraordinaria novela sobre la Primera Guerra Mundial, Agosto 1914, en la que hace una entusiasta descripción de la Cordillera del Cáucaso: cuyas cimas intensamente blancas y profundas hondonadas azules se alzaban con tanta majestuosidad ante la insignificante creación humana, con tal naturalidad en un mundo fabricado por los hombres, que incluso si todos los que han vivido en los últimos milenios hubieran abierto sus brazos tanto como hubieran podido llevando en ellos todo lo que hubieran creado a lo largo de su vida y lo tuvieran apilado en montones gigantescos, jamás hubieran podido levantar una cadena montañosa tan fantástica como el Cáucaso. Y continúa describiendo con su inspirado estilo: extensiones nevadas, peñascos pelados, barrancos y hendiduras y fragmentos vaporosos indistinguibles de nubes auténticas.


Nos hemos alojado en un pequeño hotel, Mountain Stair, alejado del bullicio turístico de la ciudad, lo que agradecemos en nuestra búsqueda de la esencia de estos valles. Anoche cenamos una copiosa y variada cella, al igual que el desayuno de esta mañana. Al finalizar la cena se presentó nuestro guía Davit, que nos acompañará a lo largo de estos siete días de ruta por las montañas y valles.
Hoy nos espera una pequeña excursión hasta las faldas del Glaciar Chalady. El track de la ruta puede obtenerse a través del enlace en wikilok de Jesus Sierra, compañero de viaje.

Nos acercamos en furgoneta hasta el Mestia Chaladi Bridge (1517 m.) siguiendo las aguas del río Mestiachala, que desde el Glaciar Chalaadi, en torno a la montaña Ushba (4690 m), descienden atravesando Mestia hasta el río Inguri . Algunos el regreso lo realizamos andando siguiendo la orilla de este arroyo de montaña hasta Mestia.

Un camino atravesando un espeso bosque de coníferas, con alguna conífera como avellanos o arces, entre los que se extiende un sotobosque de rododendros y grandes helechos, nos lleva hasta la morrena terminal del glaciar. La excursión se desarrolla entre las cotas 1.600 y 2.000 metros, con un desnivel de ascenso, que después hemos de descender, en torno a 370 metros y una distancia de 6 km. a la que algunos que regresamos andando sumaremos 6 km. más.
Nos impresionan las aguas bravas del río con su tono lechoso. Un pedrera nos acerca a la morrena en donde quedamos impresionado de la potencia del glaciar, que como en el resto del Planeta esta en regresión -según nuestro guía Davit, son 4 metros en los últimos años-. En el frente de glaciar contrasta los colores blanco y turquesa al fragmentarse el hielo.

Para nosotros es el contacto con el relieve que construyen los glaciares, tantas veces leído en los libros de geomorfología. La acumulación de esa enorme masas de hielo, que se libera en la morrena frontal del glaciar, que como dice Chabier te hace preguntarte ¿en que momento cada gota de agua que ahora transcurre por el arroyo fue atrapada en forma de hielo y cuanto años ha estado desplazándose desde el circo y por la lengua del glaciar?.
La existencia de glaciares necesita además de unas condiciones térmicas caracterizadas por la intensidad y la duración del frío, una alimentación nival suficiente y una topografía favorable para la acumulación de la nieve y su ulterior transformación en hielo. Pero solo si de forma permanente el balance entre innovación y fusión es favorable a la primera puede desarrollarse el proceso de diagénesis, que convierte la masa nival, ligera y porosa, en hielo compacto y pesado susceptible de fluir bajo la acción de la gravedad.

Estamos ante un típico glaciar de valle. Aparatos de forma alargada acogidos en tramos altos de valle de las grandes montañas en lo que se afianza la diferencia entre un órgano colector o circo y un órgano difusor o lengua. Un río de hielo que se organiza en sistemas o redes afluentes a ejes principales, que al retirarse nos muestras formas en el relieve como los valles colgantes que observamos en algunas laderas de los flancos, en los que la lengua se retiro hace mucho tiempo.
Su avance por las rocas genera la abrasión glaciar, al desgastarlas o pulirla por el paso del hielo sobre la base rocosa, en la que se ayuda de las rocas que ha ido recibiendo e integrado en la lengua, así se marcan estrías, acanaladuras o una superficie aborregada, esta última limpia y lisa con perfiles suavemente convexos.
Las rocas transportadas se denominan morrenas. Según su localización encontramos morena externa o superficial, interna y de fondo.

Hemos llegado hasta la morrena frontal, la zona de salida natural de las aguas de fusión, de gran deleznabilidad, por la acumulación suelta sin estructura ni cementación, lo que favorece que sea una estructura efímera desmantelada con rapidez por los procesos erosivos fini o postglaciares. Un lugar donde tomamos la precaución de no acercarnos por que se producen grandes desprendimientos.

Durante el recorrido de regreso apenas encontramos cultivos. En algún punto divisamos la montaña Ushba y ya en Mestia el pico Tetnuldi (4858 m), colosales montañas que nos acompañaran estos días y que iremos observando desde diferentes lugares. A lo lejos observamos alguna ermita ortodoxa. Al acercarnos a Mestia miramos hacia el pequeño aeropuerto donde aterrizan las avionetas que en invierno traen turistas que llegan al reclamo de las pistas de esquí del Valle, el avance urbanístico de establecimientos hoteleros que crecen conforme avanza el desarrollo de este sector de la economía en torno al ocio del mundo occidental, entre los que nos incluimos. También estructuras ruinosas de cemento en las orillas del río, de las que desconocemos su función. Un urbanismo donde convive la tradición y el impulso modernizador impulsado en los últimos años.

Tras una pequeña siesta visitamos Mestia. Davit nos acompaña hasta una de las torres defensivas, Torres Svan. Nos adentramos ascendiendo a través de una escalera de madera y atravesando un pequeño hueco los diferentes pisos que la forman. También visitamos el interior de una casa tradicional donde convivían en torno al fuego central sus habitantes y los animales. Con la ayuda de los compañeros que dominan el ingles interpretamos los datos que la responsable transmite en georgiano, que a su vez Davit traduce al ingles.

Hola, me encanta esta bitácora del viaje que hemos hecho. Lo de las vacas rondando cualquier rincón urbano es muy llamativo. Para mi es lo más identitario con el estado del país: a medio camino entre el estado de economía agraria de subsistencia y el intento de querer despegar en la economía de mercado y de turismo de montaña (lo va a petar).
Ahora, hechas todas las rutas y disfrutado todo el esfuerzo andarín, diría que como dijo Iñaki durante el viaje a Mestia, haciendo un chascarrillo de los sustos que vivimos con el conductor acelerado y la carretera cochambrosa poblada de vacas inesperadas que provocaban frenazos de cierta emoción: “chicos, si superamos esto, el resto del viaje está hecho”.
Jajaja, pues así fue. Porque el resto del viaje sólo dependía de las ganas de cada uno para vivirlo y disfrutarlo. No sin adaptarse a lo que había, que era suficiente siempre. Y a veces, muy gratamente excediendo las expectativas: vaya cenas!!
Un abrazo.
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Gracias Aurora.
Un placer haber formado parte de este grupo. Sin duda el ambiente creado es revelador del grado de satisfacción en que hemos disfrutado de este lugar maravilloso.
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