Temperaturas en torno a cero grados centigrados. En la madrugada probablemente la metereología ha estado bajo cero y al mediodía logra subir a cuatro grados centigrados. Nieve en cotas superiores a 1400 m.s.n.m. Continuamos sin poder dar continuidad a los transectos de seguimiento de mariposas.
Los pájaros también han enmudecido sus cantos nupciales. Se esfuerzán en sobrevivir. Emparejados van: pardillos (Carduelis cannabina), perdices (Alectoris rufa), también las currucas carrasqueña (Sylvia cantillans). Un macho de aguilucho cenizo (Cyrcus pygargus)vuela por las laderas en busca de topillos y ratoncillos para alimentarse. Bajo una carrasca, pelo de liebre y un excremento blanco sobre una piedra nos indica que el Aguila real (Aquila chrysaetos) ha logrado la comida de hoy; deberá compartirla con su compañero o compañera, que se encontrará incubando en algún nido cercano construido con ramas de pinos amontonadas en alguna plataforma en la pared del roquedo.
Ha sorprendido el frío a las Collalbas recién llegadas de Africa. Entre los barbechos y setos en torno a los cultivos en áreas de menor altitud del valle del Alfambra, descendiendo hacía Escorihuela, vuelan y se posan en los montones de piedras, donde eligirán el lugar en donde anidar, tanto la gris (Oenanthe oenanthe) como la rúbia (Oenanthe hispánica). La collalba negra (Oenanthe leucura), que nos acompaña durante todo el año en los escarpes de caliza y de yesos de los barrancos junto al río Alfambra, cada vez es menos abundante y más díficil de observar.
Hace frío. El viento corta la cara mientras caminas por estos inmensos parajes. Las laderas cálizas del páramo se han llenado de hojas verdes palidas, que brotan de los bulbos de gamones (Asphodelus aestivus). Los prados siliceos se ven salpicados de pequeñas flores blancas, son saxifragas (Saxifraga granulata).