30 de Mayo del 2020/ Polyommatus icarus

Nos sorprende la presencia de un gran número de imagos posados en el barro, bien en la playa de la orilla de un riachuelo o en un charco tras las lluvias de primavera. Están libando, absorbiendo minerales de la tierra húmeda.

Son las mariposas azules. Pertenecen a la familia lycaenidae, que cuenta con al menos 72 especies en la Península Ibérica. Se diferencian del resto de las familias de ropalóceros por presentar un sólo segmento tarsal con uñas en las patas anteriores de los machos. En las hembras, en cambio, las patas anteriores no tienen modificaciones y disponen de 5 segmentos tarsales y uñas. Pero sobre todo, porque los machos de la subfamilia polyommatinae son de color azul, con diferente distribución de sus ocelos, manchas negras, naranjas y blancas, que se distribuyen por el reverso de las alas. Muchas hibernan en estado de huevo o crisálida, apareciendo las orugas en primavera cuando hay mayor abundancia de flores, pues estas suelen ser el alimento preferido, aunque las hay que se alimentan de hojas y también de semillas. La mayoría mantienen una simbiosis con diferentes especies de hormigas que se encargan de su cuidado.

Ya en fase II del desconfinamiento por el COVID 19, hemos podido retornar a nuestros muestreos de campo en el monte de Castelfrio. Una primavera generosa en lluvias ha dejado a las puertas del verano un monte muy florido con abundante hierba cuyas espigas se elevan más de medio metro del suelo. Una de las mariposas más abundante que hemos observado volar es la Polyommatus icarus. Sus dos punto negros en la base del reverso de las alas anteriores la delatan y facilitan su identificación para un aficionado, sin querer entrar en detalles más complejos como la comparación de escamas androconiales. No obstante hemos de tener en cuenta la enorme variabilidad de esta especie.

Su distribución también es amplia: Norte de África, Islas Canarias, toda Europa, Turquía, Oriente Medio y Asia templada.

Su habitat es diverso y puede encontrarse en cualquier lugar de la Península Ibérica: Jardines, solares, campos de cultivo, áreas costeras, prados de montañas, espartales en las tierras más áridas. Desde el nivel del mar hasta los 1.700 metros sobre el nivel del mar.

Podemos observarla volando desde Marzo hasta Septiembre, en incluso cuatro generaciones -según la altitud y latitud de las poblaciones-. Años cálidos, como este 2020, ya la observamos volando en los días de un febrero, que lo fue excepcionalmente cálido, y esperamos verla hasta avanzado octubre.

Según nos indican Montagu Alario y García Alamá en su publicación Mariposas diurnas de la Comunitat Valenciana, la hembra deposita los huevos aislados en el haz de las hojas de la planta nutricia, principalmente de la familiar de las Fabaceae: Lotus, Medicago, Trifolium, Astragalus, Genista, Melilotus, Onobrychis, Anthhyllis, Coronilla, Ononis, Vicia, etc. Las orugas nacen a los diez días y se alimentan tanto de día como de noche. Son atendidas por hormigas de los géneros Lasius, Formica, Myrmica y Plagiolepis. Crisalidan en el suelo al pie de la planta nutricia. Los adultos emergen quince días después. Las larvas de la última generación entran en hibernación después de su segunda muda, fabricando una superficie de seda en la base de la planta, sobre la que reposan. Cuando llega la primavera del año siguiente, y las condiciones son favorables, reanudan su alimentación.

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