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En la primavera del 2022 tropecé en el camino hacia el nacimiento del rio Pitarque con varios ejemplares de esta mariposa con esa llamativa banda postdiscal naranja en el reverso de su ala posterior. Mi primer encuentro con esta especie fue hace unos dos años en que identifique un ejemplar durante la realización del transecto de eBMS en Castelfrío.
En la magnífica guía de referencia -Mariposas diurnas de la Comunidad Valenciana- sus autores, Sergio Montagtud Alario y José Antonio García Alamá, nos señalan su amplia área de distribución: el sur y centro de Europa, llegando hasta el sur de Escandinavia, alcanzando por el este Turquía, así como toda Asia y Japón.
Dado que es un especie no frecuente, pensamos que estas citas en el entorno de las Sierras de Gudar y del Maestrazgo, junto con otras citas que se describen en la Sierra de Albarracín, son poblaciones aisladas que se conservan en el Sistema Ibérico meridional.
Con la referencia de la misma guía, obtenemos información de su habitat -siempre en altitudes entre 600 y 1200 m.-: zonas abiertas con pendientes y terraplenes, barrancos y laderas despejadas, márgenes de bosques, prados y pastizales, junto a caminos y pistas forestales con vegetación baja y escasa.
Solo aparece una generación anual entre mediados de mayo y finales de junio -curiosamente las poblaciones más norteñas en Finlandia desarrollan dos generaciones anuales-. Por ello puede pasarnos desapercibida en nuestras zonas de campeo, si no coincidimos nuestros paseos con ese periodo. Además tienen un vuelo muy nervioso, lo que dificulta ver en detalle la especie. Siempre vuelan cerca del suelo para depositar los huevos en la base de las hojas o en los tallos de donde surgen las flores de la planta nutricia, de la que las orugas, que eclosionan de los huevos a las dos semanas, se alimentan del parénquima de las hojas crasas de sedum y otras plantas similares. Existe la posibilidad de que además sean cuidadas por hormigas de los géneros Camponotus y Tapinoma. En dos meses crisalidan en el suelo, al pie de la planta de la que se han alimentado o bajo piedras. En este estado hibernan para emerger como adultos en la primavera siguiente.
El que no siempre la detectemos en nuestro transecto, puede ser debido a que realmente no viven en él, en cuanto que no hay plantas nutricias. Sin embargo las mariposas se desplazan, migran. La mayoría no realizan el largo viaje de la Vanessa cardui entre el África subsahariana y la Europa septentrional. Pero se desplazan en busca de nuevas oportunidades a lugares donde establecer poblaciones en torno a la planta que las alimenta en su fase orugas. Estos ejemplares que ocasionalmente visitan nuestro recorrido del censo, probablemente estén realizando su pequeña migración.
Uno de los factores de los trabajos de censos de eBMS/European Butterfly Monitoring, es la necesidad de realizar conteos constantes a lo largo del año. Ello nos permite encontrarnos con una amplia variedad de especies que solamente nos acompañan en su estado de imago durante unas pocas semanas al año. En el caso de mariposas con una distribución muy localizada ayuda a realizar un seguimiento de sus áreas de distribución y conocer el estado de conservación en que se encuentran.
Afortunadamente las áreas de la provincia de Teruel donde he podido ver la especie, son tierras en las que no se desarrolla una agricultura intensiva con la utilización de productos fitosanitarios que envenenan los campos y matan a los insectos sin discriminar.