DUELE EL ESTADO DE ABANDONO EN QUE SE ENCUENTRA LA CASA GRANDE DE ESCRICHE

La Casa Grande de la Baronía de Escriche. Un espacio entrañable en cierta manera «mítico» cuya historia se remonta a los orígenes de la Ciudad de Teruel. Aún cuando continúa desconocida, en cuanto que sus archivos, sin clasificar y dispersos, apenas han sido estudiados. Hemos de remontarnos a la Tesis de licenciatura de la historiadora turolense María Jesús Pérez, publicada en 1991 por la revista Seminario de Aragonés: La Casa Grande de Escriche: Pintura profana y arquitectura.

En la década de 1970 los inmuebles de la Casa Grande y los terrenos de la finca son vendidos por el Barón de Escriche a un particular. Los edificios, que habían sufrido daños durante la guerra civil, periodo en el que estuvo ocupado por las milicias anarquistas y el ejercito republicano, comenzaban un paulatino deterioro, tanto en la estructura arquitectónica como en los elementos de los bienes muebles del interior, que son vendidos y expoliados conforme el espacio va siendo abandonado.

Durante la primera década del siglo XXI, se gesta un pequeño movimiento ciudadano arropado por el Ayuntamiento de Corbalán, que comienzan a denunciar la situación de deterioro del lugar. Se hace eco la Diputación Provincial de Teruel, que procede a su compra y al inicio de un proyecto de restauración. Convoca un concurso de ideas que gana el arquitecto Patxi Mangado.

Se crea una Sociedad para la gestión, que va siendo arropada con dinero público para desarrollar el proyecto. Se inician las obras que vacían el edificio de la Casa Grande, del que sólo hoy puede identificarse la estructura superficial de la fachada principal, en la que han desaparecido el enrejado de las ventanas e incluso el escudo del caballero y el dragón que presidía el arco de la puerta principal de entrada. Se levanta un nuevo edificio, con el que se pretendía dotar de más infraestructura al complejo hotelero al que debía orientarse el objetivo de la restauración. Las obras se paralizan en ese momento y comienza una nueva etapa de de paulatina destrucción de este Patrimonio Histórico y Arquitectónico.

La Casa Grande no conserva ninguno de sus elementos patrimoniales que puedan hacerla reconocible de lo que fue. Se desmontó la fabrica de vigas de madera que daban sostén al tejado y se extrajo todo su interior, sin que quede muestra de las pinturas, puertas de madera con cuarterones, barandillas de madera….. Las pinturas de los frescos que adornaban las paredes en algunas de las habitaciones se extrajeron para su restauración y hoy duermen olvidadas en algún rincón. Junto al esqueleto de bloque de cemento construido en su lado Sur, lejos de encontrarnos con una recuperación del Patrimonio, observamos una arquitectura brutalista donde el hormigón es el gran protagonista. Desconocemos si esta era la filosofía que planteó el arquitecto al desarrollar su proyecto con el que se pretendía devolver a la vida a este espacio. La puerta de acceso ha sido reventada, el vacío interior no posibilita el expolio, porque ya no queda nada, pero las paredes se van llenando de grafitis, queriendo emular algún aspirante a artista, sin demasiado realismo y sin impresionar, a los frescos que se extrajeron y que durante siglos decoraron la casa.

La Iglesia de San Bartolomé, continúa abandonada. En los últimos meses ha sido forzada la puerta y actualmente se encuentra disponible para cualquiera que quiera robar los últimos elementos que conserva de su pasado, como son las imágenes de San Bartolomé y una Virgen en respectivas peanas para procesiones, una figura de niño Jesús o el púlpito elevado.

La Iglesia de la Epifanía, fue el cementerio. Se ha procedido a la recuperación de su techumbre, consolidación de las paredes y extracción de los féretros. En su momento creemos que el proyecto tenía el objetivo de devolver los huesos de los muertos, una vez concluidos estudios por los arqueólogos, a un memorial que permitiera su recuerdo. Pero sin ni siquiera disponer de una puerta que garantice la conservación de las obras realizadas en su interior, parece abandonada la continuidad del proyecto.

Han desaparecido las construcciones de los corrales y casa del masovero que se ubicaban entre el cementerio y la Plaza de San Bartolomé.

Desconocemos el sentimiento que tienen del lugar los representantes políticos en la Diputación Provincial, que durante estos años han tenido la responsabilidad de conservar esta propiedad pública, Patrimonio Natural, Cultural, Histórico y Arquitectónico, al ver el paulatino deterioro que viene sufriendo y que lo arrastra al olvido, junto al valor etnológico de su historia y la cultura masovera que habitó estos lugares. Tampoco conocemos el sentir del arquitecto que desarrolló el proyecto de restauración que ha quedado sin concluir y ha convertido el lugar en una escombrera con edificios que se derrumban, en los que no quedan símbolos que muestren lo que fueron: son cadáveres de hormigón . Desconocemos si existe alguna auditoria que haga un análisis del despilfarro de dinero púbico invertido y cuyo resultado es el estado lamentable y vergonzoso en que se encuentra hoy este lugar.

5 comentarios sobre “DUELE EL ESTADO DE ABANDONO EN QUE SE ENCUENTRA LA CASA GRANDE DE ESCRICHE

  1. Estuve visitando la baronía de pequeño, y después leyendo lo que ha terminado siendo aquello ya no he querido volver. Ahora vivo en el extranjero y difícilmente pasaré por ahí en los próximos años o décadas, pero es verdaderamente lamentable el gasto tan absurdo de dinero que se hizo, y el desinterés que se ha tenido después hacia un conjunto de edificios de tanta importancia histórica.

    Si fuera otro país, al responsable lo hubieran puesto ya a disposición de un juez. Siendo España, seguramente no haya ni dimitido.

    Vergonzoso.

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