LA BARONÍA DE ESCRICHE: EVOLUCIÓN DE UN PAISAJE (III)

INTERPRETACIÓN DEL PAISAJE A TRAVÉS DE FOTOGRAFÍAS AÉREAS ENTRE EL PERIODO DE 1946 Y LA ACTUALIDAD

 En la ortofoto obtenida en Google Earth hemos señalado con lupas algunos elementos del paisaje que después de analizar las fotografías aéreas desde el vuelo de 1946 queremos destacar:

Los edificios de la Casa Grande en lamentable estado de conservación tras las obras de remodelación y el proyecto iniciado por la propietaria del lugar, la Diputación Provincial de Teruel, para levantar un complejo turístico. Actualmente,  paralizada su reforma, se encuentra  a mitad el proyecto con un esqueleto de hormigón, el nuevo edificio  que fue  levantada para un hotel.

Los bancales, que todavía hoy se cultivan en la masada de la Rinconada,  en los que para facilitar su cultivo con el tractor se roturó la estructura abancalada.

La puesta en cultivo del final de la rambla, antes de entrar en los estrechos de la Contrabalsa.

La regeneración de los bancales  de la solana,  colonizadas  por un intenso reclutamiento de Sabina albar (Juníperos thurifera).

El gran chopo junto a la rambla que puede observarse en todas las fotografías desde  1946.

Comparando las fotografías aéreas existentes en el   Instituto Geográfico Nacional desde 1946 con las recientes  imágenes  obtenidas  por ORTOFOTO  en Google Earth,  comprobamos una mayor densidad de la vegetación.

Así mismo con unas estrellas hemos señalado  los lugares donde  hay manantiales de agua y que se han mantenido constantes en el periodo de este análisis.

Fotografía del vuelo  de 1 Agosto de 1946

La fotografía se realizó 6 años después de acabada la guerra civil español. Como hipótesis  plantamos, que la necesidad de  recapitalizarse la familia Sánchez Muñoz  motivo  un incremento de cortas de madera,  que quizás  sea la causa de la baja densidad forestal que se aprecia en las áreas de pinar silvestre, como es el caso de la Umbría del Cerro de la Rinconada  y la Umbría Peña la Hiedra. La solana del Alto de Corbalán  tiene todavía una menor densidad,  podemos decir que se encuentra desarbolada.

La umbría favorece una mayor humedad,  que junto al suelo que la erosión del cinglo va  aportando a lo largo de la ladera,  favorece la presencia de pinar silvestre, una madera más cotizada. Quizás por las mejores condiciones de suelo y humedad  de estas laderas  en su momento  y como bosque primigenio fuera el espacio ocupado por el Quejigo (Quercus faginea), aunque  los pocos ejemplares que se ha identificado en el área se encuentra  localizados junto a las carrascas y las sabinas en zonas de solana.

La solana   estaría ocupada por un bosque mixto de Quercus ilex, Pinus nigra y Juniperus phoenicea y thurifera.  De esta masa forestal se obtendría  el combustible para  los hogares, en aquellos años única fuente de energía. Como ya hemos indicado en el párrafo anterior apenas hay constancia de algún ejemplar disperso de Quercus faginea, seguramente  fue desplazado  a lo largo del tiempo  por un aprovechamiento intensivo de su leña y su espacio haya sido  ocupado por el Pinus nigra. No nos consta que se realizara carboneo vegetal, en cuanto que no hay una masa tan extensa y tampoco hemos encontrado lugares donde en el suelo queden restos  del lugar donde  se amontonaba la leña  y se producía el carbón vegetal.

La ladera que desde la cima de la umbría baja hasta la masada de la Rinconada, es una losa  de caliza, sin apenas suelo muy fracturada, en cuyas grietas  arraiga sobre todo Juníperus phoenicea, Juníperus thurifera y Juníperus communis.

Todas las zonas  con posibilidades de  suelo agrícola, independientemente de  la extensión,  están cultivadas.  La mecanización del campo no había llegado y los trabajos de laboreo se realizaban con arado romano tirado por machos y burros.Todos los campos están abancalados, en ocasiones con unas dimensiones estrechas conforme ascienden por la ladera. En ellos se cultivaba cereal 

El fondo del valle cobija  las zonas más húmedas  que no se labraban y ser reservaban para pastizales húmedos. Así como unas pequeñas parcelas debajo de la era de la Casa Grande, donde se debía ubicar un huerto, en este lugar hoy todavía se pueden apreciar los muros de piedra de protección y la presencia de  un manzano. 

 Los pies dispersos, que suponemos de pinar silvestre, deducimos que  son los árboles padres de la regeneración que a día de hoy localizamos.

Apenas se observan  viejos árboles. En el camino hacia la Fuente de las Cinco Fuentes se pueden apreciar varios ejemplares, cuya ubicación se corresponden con  centenarias sabinas albares (Juníperus thurifera) que  hoy todavía sobreviven junto al camino. Así como el bosquete de Populus nigra  rodeando el aljibe de la Fuente. Y curiosamente en la rambla antes de llegar al estrecho de la Contrabalsa,  se observa una copa que debe ser la del  gran Populus nigra que hoy encontramos junto al  camino.

En la parte baja del valla, en el riachuelo que llega desde la Fuente de los Cinco Fuentes en contacto con  el que baja de los campos de la masada de la Rinconada, observamos unas pequeñas construcciones, hoy apenas perceptibles, de las que lanzamos la hipótesis  pudieran ser  los restos de la alquería andalusí  con la que se inició en la baja edad media la ocupación. Aunque la presencia en la mole caliza del entorno de La Contrabalsa, donde también se ubica La Cueva del Ladrón, de un sima apenas visible por el derrumbe de la entrada, que nos aventura a pensar pudiera ser amplio espacio capaz de albergar a un grupo de cazadores, junto a pequeños abrigos donde la roca ha quedado teñida de negro por el fuego, que se distribuyen a lo largo del cinglo, nos aventura a pensar la posibilidad de que Homo neandertal y Homo sapiens ya ocuparan estas tierras, quizás como ocurre en el entorno de La Salobreja de Monteagudo del Castillo, para aprovechar la caza de herbívoros que acudieran a la peculiaridad de los pastos alimentados con aguas cargadas de sales y sulfatos que proporciona el sustrato del periodo geológico del Keuper presente en el fondo del valle.

También puede apreciarse muy marcadas las sendas y los caminos  a través de los que se accedía a los campos y se comunicaban entre sí las masadas.

Las edificaciones de la Casa Grande, que estuvo habitada por los masoveros hasta 1970, se ven en buen estado. La Iglesia de San Bartolomé  se observa con todo el tejado. La de la Epifanía, cementerio,  está descubierta. En la era se aprecia un montículo que debe ser las gavillas  del cereal amontonadas  para la trilla. Junto al camino  saliendo de la plaza en dirección a la Fuente,  hay un bosque lineal, que deben ser los Olmos,  desaparecidos por la grafiosis del olmo,  enfermedad que  entró en España a mediados de la década de los años treinta y cuyo patógeno responsable es el hongo vascular Ophiostoma ulmi.  También en la plaza se pueden ver las copas de los viejos Olmos  que la presidían y que  afectados también por la grafiosis  murieron en la década de los años noventa del siglo pasado.

Fotografía del vuelo aéreo de 1 de Agosto dude 1956

Diez años después el vuelo aéreo apenas muestra cambios  en el paisaje. Solo llama la atención el deterioro de los edificios de la aldea, en los que se observa ha caído parte del tejado de la Iglesia de San Bartolomé. Y como curiosidad se ven dispersas  en los campos la gavillas del cereal recién segado.

Fotografía del vuelo de 17 de Julio de 1967

Veinte años después del primer vuelo, comienza a incrementarse  la densidad de árboles de las Umbrías de Pinar silvestre. En las solanas también se aprecia una recolonización de jóvenes sabinas. Se aprecia el abandono del cultivo en los pequeños bancales de las laderas en los van  apareciendo  pequeñas copas de árboles.

Fotografía del vuelo de Julio de 1977

Continúa el paulatino abandono del cultivo de los campos. Se incrementa la zona de pastizal en el fondo del valle y aumenta la densidad de las mas forestales, incluso en la solana se aprecia una amplia regeneración, destacando las masas  densas de carrascal (Quercus ilex)  al dejarse de cortar leñas.

Fotografía del vuelo  de 10 de Octubre de 1999

Se ha abandonado el cultivo en la finca de la Casa Grande. Lo campos  de la masada de la Rinconada siguen cultivándose y se han roto los bancales de la parte más baja agrandando las fincas a pesar de la pendiente.

La densidad de las masas de pinar silvestre en las umbrías es apreciable, así como la colonización de las laderas de la solana, campos que  a lo largo de la última década han dejado de cultivarse. Igualmente se cierra las masas de carrascal. Curiosamente  comienzan a labrarse los campos de la rambla de Escriche  que llegan hasta el inicio de la Contrabalsa.

Se observa que en el fondo de la finca  se han plantado chopos, observando copas dispersas a lo largo de los campos. También se han abierto dos grandes balsas, para almacenar agua de lluvia, para el ganado vacuno que ha comenzado  a  pastar en la finca.

En torno a una de estas balsas, la que se encuentra en el entorno de los antiguos huertos bajo el pajar de la Casa Grande, se ha desarrollado una pequeña sauceda (Salix sp.) junto a un orla de espinos compuestos por rosales silvestre, madreselvas, majuelos y endrinos.

El sauce lo encontramos en los barrancos próximos, como árbol lineal de ribera. En ocasiones los encontramos acompañados de Acer monspessulanum, Prunus mahaleb, Viburnum lantana. Son indicadores que quizás nos indican que en el pasado existió un bosque caducifolio adaptado a condiciones climáticas más húmedas y quizás menos frías. También una reserva dede semillas esperando cambios en los que de nuevo puedan competir por el espacio. Como el resto de la Sierra de Gudar y el Maestrazgo la potencialidad forestal en los últimos siglos la proporcionan las coníferas.

Fotografía del vuelo aéreo de 5 de octubre de 2006

Se ha abandonado el cultivo en la finca de la Casa Grande. Lo campos  de la masada de la Rinconada siguen cultivándose y se continua el avance de la ruptura de  los bancales ascendiendo por la ladera.

La densidad de las masas de pinar silvestre en las umbrías es apreciable. Así como la colonización de las laderas de la solana, que llevan más de una década sin cultivarse. Igualmente se cierran las manchas de carrascal con rebrotes muy densos, aunque pequeños en la ladera derecha del barranco por el que se llega hasta la masada de Valderezo. En su mayoría la carrasca esta dispersa, el pastoreo y actualmente las cabras montesas van comiendo los brotes dejando unas formaciones semiadehesadas, que si siguen desarrollándose en esta línea terminaran en viejas encinas. Los pinos nigra también muestran una dispersión, salvo alguna zona en que se ha producido un reclutamiento y el desarrollo de unas pequeñas manchas densas. Son las sabinas las que están en continua regeneración ocupando paulatinamente el espacio, y junto a ellas enebros.

Se ve movimiento de tierras en torno a los edificios de la Casa Grande, que indica  han comenzado las obras del proyecto  que  pretendía  ubicar un hotel, reformando los edificios existentes y añadiendo un nuevo módulo.

ORTOFOTO 2021

El incremento de la densidad del bosque es manifiesta   en los 71 años que han transcurrido desde el primer vuelo de 1946.

En los edificios de la aldea se observa que han desparecido las casas de los masoveros y los corrales ubicados entre la plaza de San Bartolomé y la  Iglesia de la Epifanía –cementerio-  se ha reformado recuperando el tejado. También se ha cubierto con material de chapa la parte del tejado caída años atrás de la Iglesia de San Bartolomé. Aparece un nuevo edificio, un esqueleto de hormigón,   que es el anexo del hotel del proyecto inconcluso.

Comparativa vuelo 1956 y ORTOFOTO 2021

Como resumen general comparando la fotografía del vuelo de 1956 y la Ortofoto hemos de señalar la regeneración forestal y el abandono de los cultivos como principal efecto en el paisaje de los cambios sociales y económicos producidos en el territorio.

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