16 y 17 DE MARZO / INICIO CENSOS 2024

Comenzamos una nueva temporada de censos del programa de voluntariado de BMS España, que en Castelfrio es ya la onceava y en Escriche la segunda..

No ha sido un invierno frio, pero muy seco. Las precipitaciones de hace una semana y la entrada de temperaturas primaverales, por encima de lo esperado para estas fechas, ha provocado la floración de los almendros y cerezos. En el campo contrasta el color verde intenso que han tomado los brotes de trigo y cebada, con los ocres de la vegetación de los páramos todavía inerte, como lo están los quejigos con sus hojas marcescentes de un tono marrón grisáceo, el mismo que cubre las sabinas, pero en ellas producido por la floración.

El prado reverdece, y en algunos lugares tímidamente destaca alguna pequeña flor de violeta, de gragea e incluso de Potentilla cinerea, junto a Lamium sp. y la flor del invierno el Heleboro foetido. Apenas alguna aliaga ha comenzado a amarillear..

El calor de los días pasados y el día excepcional de hoy, aunque en estas montañas un día soleado y sin viento no consigue elevar la temperatura por encima de los 16 grados centígrados en las zonas más altas, anima a volar algunos ejemplares de mariposas. Sobre todo Gonepterix rhamni y Gonepterix cleopatra, unas especies capaces de resistir hibernando los largos días del invierno. También algún ejemplar de Pieris rapae, Pontia daplidice, Lassiomata megera, Colias croceus y Lycaena phalea. La Erebia epistygne ha eclosionado en el paramos y algún ejemplar se deja ver volar en la ladera de Castelfrio donde realizamos el transecto. Durante este invierno, en esos días en que las temperaturas en ocasiones han sido altas, hemos seguido observado ejemplares de Lassiomata megera y de Colias croceus, que con el calor del mediodía despertaban de su letargo.

También el canto y la actividad de las pequeñas aves nos anuncian con el inicio de su celo la llegada de la primavera. Las grandes rapaces ya han comenzado a preparar sus nidos en las paredes de los farallones. En esas mismas paredes de roca los buitres leonados ya incuban sus huevos y los búhos reales esperan la eclosión de los huevos.

El final del invierno también trajo las semanas pasadas protestas  de agricultores. Entre reivindicaciones  justos de un sector que  ha sido y es crucial para proporcionarnos la alimentación y cuya actividad ha modelado los paisajes que nos rodean, se han cruzado críticas a las políticas verdes de la Unión Europea, descargando en ellas las causas  de los problemas que sufren pequeños y medianas explotaciones.

En alguna entrada anterior ya expusimos las causas de la desaparición de las mariposas de nuestros campos, una de ellas y no menos importante la agricultura intensiva.

La  necesidad de  una agricultura más integrada con el medio ambiente no sólo  engloba la producción de alimentos más sanos, también  la conservación de paisajes sostenibles y bonitos, el freno a la perdida de la biodiversidad en el campo….  Servicios eco-sistémicos que no solo necesitamos las gentes que vivimos en la ciudad. La calidad de vida de la gente que habita el medio rural depende de ellos, que a su vez son los protagonistas en la gestión que realizan en el territorio. Es importante  la necesidad de tomar conciencia de ello por los habitantes del medio rural.

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