El uno de abril de mil novecientos veinte, Justo regresaba de Barcelona. En el puerto de Valencia le esperaba su hermano y los primos de la Puebla de Valverde con los que en el P. Satrustegui, viejo barco de vapor, embarcaban rumbo a los Estados Unidos de America. Llegaba de despedirse de Concepción. La abuela … Sigue leyendo IV. LA MANTA DE CUADROS