LOS BECERRILES DE MONTEAGUDO DEL CASTILLO

Laguna de los Becerriles (El Pobo/ Teruel)

El espacio denominado “Los Becerriles” localizado en la cuenca alta de la Depresión del Pobo denota una vocación orientada a ser un área de “humedal de montaña”. Dentro de la amplia llanura con un drenaje N-S, se localizan lugares como este que quedan encerrados en pequeñas cuencas, casi planas, donde el agua se acumula. Dependiendo de la época del año y el régimen pluvial estos espacios se encharcan constituyendo en ocasiones pequeñas lagunas, en otras ocasiones forman amplias zonas de aguas someras y durante el estiaje brotan pastizales con capacidad de suministrar alimento al ganado en días de escasez.

Aguas someras afloran en los prados

Las aguas que descienden desde los materiales geológicos Jurásicos y Cretácicos en el Norte, términos municipales de Monteagudo y Cedrillas, se frenan al encontrarse con una superficie llana y las barreras de sedimentos impermeables. Sin apenas desnivel en una cuota en torno a los 1350 m no han podido abrirse paso hacía el S e inician un lento flujo en dirección E hasta la Masada de Las Vegas (menos de 20 m. de desnivel en una distancia de 4 km. ). A partir de aquí recupera la cuenca el drenaje en dirección S, que facilita la propia orografía de la depresión. Podemos apreciar que es a partir de aquí cuando comienza el Rio Seco que desembocará en el Alfambra atravesando las hoces de Ababuj.

Para sanear las tierras de cultivo y los pastos, históricamente se han mantenido canales de drenaje. En las zonas que actualmente se dedican a pastizal para ganado vacuno los canales de drenaje apenas tienen mantenimiento, con lo que ha perdido su funcionalidad y se empieza a percibir su encharcamiento en momentos de máximas precipitaciones, con un nivel freático elevado que facilita el desarrollo de vegetación herbácea adaptada a estas condiciones.

Ribera del Rio Seco

No disponemos de datos ni de memoria histórica del lugar para ubicar cronológicamente el momento en que estas tierras no estaban afectadas por los trabajos humanos. En las referencias de que disponemos, como la fotografías del vuelo aéreo realizado en los años 1956-57, ya encontramos parcelas en torno al Rio Seco roturadas. Eran años de autarquía en España y el campo acogió una alta demografía y necesitó labrar para cultivar cereal. En la zona de El Pobo la distribución en pequeñas parcelas, que se observa en las fotografías aéreas de 1997, cambia a partir del momento en que se ejecuta la concentración parcelaria y se transforma en las grandes extensiones homogéneas, que hoy podemos observar, en las que únicamente se aprecian sus límites en el tono de los cultivos o si se encuentran sembradas o yermas. La nueva agricultura profundiza los canales, con lo que facilita el drenaje. Para encontrar la forma natural de estos terrenos, probablemente deberíamos retroceder en el tiempo a antes del siglo XVII, periodo en el que la producción de lana y la industria manufacturera en torno a esta incrementó ampliamente la población de estos pueblos e impulso la necesidad de nuevos campos de cultivo para obtener alimentos.

Tierras de concentración parcelaria de El Pobo

En el área donde hoy encontramos la pequeña laguna de los Becerriles, en la imagen del vuelo aéreo de 1956 apreciamos un área de pastizal. La zona debió mantener agua por lo que no se incluyó entre las zonas a cultivar, quedó como una zona asilvestrada en la que se plantaron algunos chopos en un terció de superficie. Actualmente se ha recuperado un espacio de aguas someras y la aprovechan diferentes aves ligadas a estos hábitat: ánade real, porro común, garza real, cerceta pardilla, becada, andarríos… Mamíferos como el corzo han vuelto a poblar estos lugares. También ha regresado la nutria, como podemos observar al descubrir a lo largo de todo el tramo del rio Seco los excrementos que ha depositado marcando su territorio en lugares estratégicos.

Laguna de Los Becerriles de El Pobo

Recorriendo estos terrenos nos llama la atención que, salvo la plantación de chopos realizadas en torno a la laguna de los Becerriles, en esta parte alta no se localizan árboles del genero pópulus y en cambio, sí localizamos aquellos del genero salix. Estos últimos se adaptan mejor a terrenos saturados de agua. Los árboles con una distribución lineal de bosque de ribera, en torno al riachuelo principal, están acompañados de una orla de majuelo, endrinos y rosales silvestres, que en el término de Monteagudo todavía pueden observarse delimitando los linderos de las parcelas. Estas parcelas residuales conservan una estructura en mosaico reticular, en el que se alternan áreas de cultivo con zonas de pastos y espacios con vegetación arvense.

Además de la orografía, con un desnivel mínimo, las causas de esta acumulación de agua deberán encontrarse en la funcionalidad de un acuífero que debe recoger las aguas filtradas en la capa permeable de calizas y que se encuentra con capas impermeables en sustratos de arenas y arcillas. Intuimos que al igual que en otros procesos hidrológicos limítrofes, pueda contener dos acuíferos, uno más profundo en calizas jurásicas y cretácicas que encuentran la capa impermeable del keuper, y uno más somero con materiales del periodo geológico terciario.

Desde el momento en que estos terrenos comenzaron a orientarse hacía la producción de cereal, fue necesario la realización de canales de drenaje para evacuar el agua que por vocación natural los inundaba en ciertas estaciones. Influía también la cantidad de precipitación que se producía en determinados años. En los tiempos actuales se ha intensificado el uso de fitosanitarios y fertilizantes, además del trabajo con maquinaria pesada que favorece la compactación del suelo. Este modelo agrario es muy dependiente del exterior. Por una parte requiere importar herramientas, combustible e incluso las propias semillas y los productos químicos que precisan para su desarrollo. También requiere exportar para poner en el mercado toda su producción.

La apuesta por una ganadería extensiva, tanto de vacuno como de ovino, respetando la carga ganadera que pueda soportar las tierras, opinamos que ofrece una sostenibilidad en el aprovechamiento de los recursos, además de favorecen un ecosistema favorable al enriquecimiento de la biodiversidad.

Una economía diversificada entre la ganadería y el sector servicios en torno al turismo rural y de naturaleza, es una apuesta hacia un paisaje modelado por la cultura pastoril con una gran riqueza natural. Sin duda políticas ambientales con incentivos podrían favorecer el cambio.

Los lepidópteros, y en concreto las mariposas diurnas, constituyen un grupo de insectos fácilmente identificables. Su estudio y observación es un indicativo fiable sobre los cambios positivos y negativos que la actividad humana infringe a los ecosistemas. A nivel europeo se viene observando una disminución en especies y cantidad en áreas de producción agrícola intensiva, ocasionada por los tratamientos que los monocultivos reciben y una ocupación del territorio sin dejar lugares asilvestrados. También han disminuido las mariposas de las praderas al reducirse la superficie de estas.

La observación de aves también nos indica la influencia de la acción humana en la conservación de hábitat favorables para la vida silvestre. La disminución de bandos de aves invernales, hemos de atribuirlo a la desaparición del campo de plantas arvenses en los que estos puedan encontrar un alimento de semillas ricas en grasa para enfrentarse al rigor del frío, como son las los cardos, que no hace muchos años se extendían por las parcelas. Sobre sus cabezuelas repletas de pequeñas semillas se posaban los jilgueros y otros fringílidos para extraer los granos. Sin duda la desaparición de pequeñas lagunas y zonas con agua someras es la causa de que especies vinculadas a humedales marchen a otros lugares cuando antaño era fácil observar cerca de nosotros.

Zorro (Vulpes vulpes)

Dejo este enlace de IMAGENES obtenidos en un paseo durante este mes de febrero. En estos lugares de montaña las plantas no se dejan engañar por los días calurosos que el final del invierno nos deja. Este invierno ha sido extremadamente seco y muy frío durante el mes de Enero, con temperatura media inferior a los 0 grados centígrados. Son una invitación a visitarlo en primavera, cuando despierte la vegetación del letargo.

Personalmente me he reencontrado con este paisaje al que me llevaban conversaciones con Pascual Pérez hace treinta años. Era mi jefe directo y compañero en mi primer destino de funcionario en la Secretaria del INSS y la Tesorería de la Seguridad Social en Palma de Mallorca. Había nacido en Monteagudo del Castillo y guardaba un especial recuerdo de su infancia en el pueblo. El arraigo con el que me narraba sus paseos por los Becerriles sólo he podido entenderlo cuando hoy, con la misma edad que él tenía entonces, año 1989, me emociono al compartir un paseo con el recuerdo.

5 comentarios sobre “LOS BECERRILES DE MONTEAGUDO DEL CASTILLO

  1. Como nacido en Monteagudo, conocedor de la zona , y al mismo tiempo haber conocido a quien fue jefe del articulista, no tengo mas que decir : excelente artículo , que seguro iba a satisfacer el orgullo del Sr Pascual como profesor. Muy bueno

    Me gusta

  2. Ángel. Gracias por compartir tus ideas sensibles y las bonitas imágenes. Realmente hay aspectos sutiles en la naturaleza que se nos escapan en este mundo de tantas prisas. Un abrazo. Fermín

    Me gusta

Deja un comentario