Este verano viajé a Normandia junta a Maria Jesús y nuestra hija Alicia. En mi juventud no salí de España pero, acompañado de mi familia, en los últimos años hemos ido visitando algunas de las ciudades de Europa. Me siento afortunado de poder viajar sin fronteras y considerándome parte de un territorio. Cruzar Los Pirineos es visitar el Norte, que durante mucho tiempo ha sido una referencia del camino a seguir. Cruzar el Estrecho de Gibraltar sigue siendo el encuentro con la asignatura pendiente de integrar en un modelo social justo a los paises del Sur.
Las lecturas de La trilogía «Puerca Tierra» de polifacético escritor ingles John Beger nos describió la Europa campesina que tras la segunda guerra mundial desapareció. Miramos con nostalgia los valores y la cultura rural. Supuso una pérdida, pero el desarrollo industrial y urbano significó una aportunidad para muchos de aquellos que en las comunidades campesinas no tenían un sitio donde desarrollarse. El crecimiento de un modelo de desarrollo urbano, para los bueno y para lo malo, también supuso el triunfo del individuo, que hasta entonces había estado en demasiadas ocasiones supeditado al interés colectivo.
En mi viaje a Normandía, además de la belleza de sus paisajes y ciudades, me impresionó por la presencia de los efectos de la segunda guerra mundial en esa regíon francesa. El Desembarco de Normandia supuso el avance de las tropas aliadas y el inició de la recuperación de Europa que había caido en poder de los nazis.
Es obligada la reflexión en la visita a los cementerios. Existen muchos cementerios de los combatientes caidos agrupados por su nacionalidad. En todos, también en aquellos de soldados alemanes, encontramos sobre todo tumbas de jovenes, en su mayoría de entre 18 y 30 años. La fotografía que acompaño es de uno de los cementerios americanos. Yacen jovenes, casi adolescentes, procedentes de los diferentes Estados de EEUU, dejaron su vida muy lejos de su pueblo y su sacrificio, toda una vida, nos ha permitido avanzar en Europa al lugar que hoy ocupamos.
La presencia de familiares que 75 años después se desplazan desde sus lugares de residencia a visitar la tumba del familiar a quien no conocieron, es una prueba de lo vivo que permanece su recuerdo.
La victoria aliada en la segunda guerra mundial significó el inicio de la construcción de la nueva de Europa. La perdida de miles de vidas humanas en las dos guerra mundiales obligo a quienes sobrevivieron en el compromiso de no repetir el drama. De ahí me atrevo a afirmar que comienza el proyecto de Unión Europa que hoy vivimos.
No deberiamos olvidar la historia y el precio pagado. Los cambios que venimos experimentando en Europa respecto al avance de políticas e ideologías que creiamos olvidadas, incluso cuestionarse la continuidad de propio proyecto europeo, deberian hacernos reflexionar para no repetir errores no tan lejanos.
Te recomiendo la serie «Hermanos de sangre», producida por Steven Spielberg y Tom Hanks. Trata sobre la historia de todos aquellos jóvenes en un tono épico y muy realista 😘
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