Veo con preocupación, que la puerta de entrada a Teruel se llene de la chatarra de más de 2000 aviones, en un momento en que existe amplio consenso para que el desarrollo de esta Comarca se fundamente en la calidad de los servicios turísticos, que acceden al reclamo del reconocido valor cultural de su patrimonio Mudéjar, la singularidad y variedad de su paisaje natural y Dinopolis, un proyecto cientifico-divulgativo; así como en la calidad de un producto alimenticio, el Jamón de Teruel, vinculado a la salud de su territorio.
Como en otros proyectos presentados con prisas por el Gobierno Aragonés, poco fundamentados y principalmente avalados con la creación de un número considerable de puestos de trabajo, echo en falta disponer de un mínimo de información pública sobre las características de la instalación para analizar los riesgos que puede ocasionar el desecho de ese tipo de residuos. Pensemos en la cantidad de materiales que si fuesen quemados son fuente de emisión de dióxidos y otras toxinas a la atmósfera, ó fijémonos en la cantidad de aceites y otros líquidos que sin una gestión adecuada pueden filtrarse al subsuelo, contaminando los acuíferos.
En wl entorno de Zaragoza localizamos ciertas empresas de reciclado de chatarras, que son en realidad almacenes de hierros de tranvías, autobuses y automóviles viejos, y que continuamente demandan la recalificación de suelo rústico para agrandar su almacén de cementerio de hierros.
Muchos ciudadanos, vemos necesario para la ciudad de Teruel la necesidad de ofrecer suelo público sobre el que ordenar su desarrollo industrial, hecho que se hace realidad con PLATEA. Pero es necesario un ejercicio de responsabilidad para garantizar la sostenibilidad de un desarrollo que no enturbie otras actividades iniciadas, como las indicadas en torno al turismo y los alimentos de calidad.
Creo necesario hacer extensible la experiencia desarrollada en la Comarca de Andorra, en donde ha cuajado un compromiso social de garantizar un desarrollo sostenible. Con esa intención mantienen un convenio de colaboración con la Fundación Ecología y Desarrollo, un referente en Aragón de búsqueda del consenso entre economía y medio ambiente, para ejecutar una auditoria ambiental a los proyectos que demandan instalarse en sus polígonos industriales.
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Publicado el 16 de Marzo de 2004 – Teruel