Cuando se habla de biodiversidad, instintivamente giramos la vista hacia las diversas formas de vida animal o vegetal en estado silvestre. Olvidamos, que en nuestro país, los aprovechamientos tradiciones de los recursos naturales son responsables no solo de un amplio abanico de especies domésticas de ganado e incluso de plantas de cultivo, si no también de una rica variedad de aspectos culturales, que son los protagonistas del estado actual de los paisajes. En la Sierra de Gudar conviven endemismos floristicos exclusivos de estas montañas mediterráneas y fosiles vivos de bosques de Pino Negro, junto a pastizales modelados por la gestión ganadera tradicional con especies de ganado ovino, que surgieron de las singulares caracteristicas de estas tierras, como la oveja cartera.
Estos paisajes antrópicos, representan hoy un recurso demandado por un sector de la sociedad moderna, ante todo urbana, en la que el tiempo libre se ha convertido en un objeto más de consumo, entre el que se incluye el denominado turismo rural. Una inadecuada gestión de este recurso, el turismo, puede ser responsable no solo de una perdida de especies faunisticas y vegetales, si no también de elementos culturales de la comarca, claves para la conservación de aquellas.
Las infraestructuras, que requiere el desarrollo del turismo, puede poner en jaque los valores naturales de la montaña de Gudar. Se necesitan rigurosos estudios de impacto ambientales, ajustados a criterios marcados por directiva europea, que no tienen porque concluir en que aquellas no se ejecuten, sino forzar mecanismos de corrección ambiental que minimicen el impacto sobre el territorio y los hagan compatibles con una política de conservación del medio ambiente.
La potenciación del sector servicios puede desequilibrar el modelo socioeconómico establecido en los pueblos de esta Comarca. Su impulso, el apoyo económico, un mayor reconocimiento social e incluso mejor calidad de vida de la población vinculada a este sector, puede provocar el abandono de los aprovechamientos tradicionales, la extinción del legado cultural responsable del estado actual de estos paisajes turolenses.
Todos estos aspectos deben ser tenidos en cuenta a la hora de promocionar estas Comarcas con nuevos modelos de gestión, aún cuando estos contemplen la posible declaración de Parque Natural.
Es interesante que la Comarca establezca un desarrollo endógeno. Siendo deseable que se establezca mecanismos para que el turismo, en su mayor parte, se oriente en torno a Masias o unidades familiares agrarias, con una oferta de alojamiento en régimen de casa rural, incorporando a la gestión tradicional (agrícola, ganadera o forestal), otro recurso complementario, como es el turismo.
Una oferta valida, por cuanto: desarrolla conjuntamente el aspecto cultural y natural, que demanda los clientes de este producto turístico en torno a áreas rurales en buen estado de conservación; representa un desarrollo complementario a la economía tradicional de la zona, limando diferencias sociales y económicas entre el sector primario y el sector servicios; y posibilita el mantenimiento de los aprovechamientos tradiciones, respetuosos con el medio ambiente y responsables del optimo estado de estos ecosistemas de montaña, legado que debe ser declarado Parque Natural en reconocimiento a su valía y en aras de su conservación.
El proceso de aprobación del PORN de Gudar debe forzar a sus ciudadanos a sentarse en una mesa para definir cual es el modelo de desarrollo socioeconómico por el que se apuesta en el futuro de esta Comarca. Un modelo que debe revitalizar estos pueblos con una tendencia agravante hacia la despoblación, pero que no debe olvidar la conservación de aquellos aspectos que posibilitan una optima calidad de vida de sus habitantes, difícil de encontrar en otros territorios del país.
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